Hitos del Recorrido Patrimonial
- Inicio del Recorrido
- Vegetación y Avifauna de Ladera
- Intervención en la Península
- Humedal Intermareal y Chungungos
- Cofradía Náutica y su Impacto
- Islote Pájaros Niños
- Pillan Wechun: Sitio Ceremonial
- Anfiteatro para deportes náuticos
- Amenaza Inmobiliaria
- Un espacio para la Comunidad
- Pinos en la Península
- Encuentro sensorial
- Islote Peñablanca
- Construcción de Riesgo
- Rocas Megalíticas
- Zona Típica y Corredor Biológico
- Edificaciones en El Canelillo
- Quebrada y humedal intermareal
- Fin del Recorrido
Navega los contenidos con las flechas laterales inferiores que aparecen al pasar el dedo.
Navega los contenidos con las flechas laterales inferiores que aparecen al pasar el cursor.
Contemplamos la península conocida como Punta Fraile, La Puntilla y Pillan Wechun. Está península es visible desde casi toda la bahía de nuestra comuna y alberga un gran valor paisajístico, ecosistémico, histórico y cultural.
No está sola, es parte de un gran complejo de valor patrimonial que recorre desde la Quebrada las Petras hasta el Patrimonio Paleontológico en Playa los Fósiles. Resguardar estos tesoros es tarea de todos.
Al final del camino pavimentado, nos encontramos con la única ladera de Punta Fraile que se conserva en su estado natural. Su vegetación, en su mayoría nativa y endémica, es un ejemplo de cómo se vería el resto de la península de no haber sido intervenida. Entre el matorral, habitan y se alimentan una gran variedad de aves pequeñas, como picaflores (grande y chico según la época), diucas, jilgueros, cachuditos, rayaditos, etc.
En el segmento distal de la península podemos apreciar los efectos de la intervención humana. Esta ladera fue raspada hace más de 30 años como preparación para un proyecto inmobiliario. Este hecho nos permite apreciar in situ cuánto demora la naturaleza en recuperarse, vemos que no está ni cerca de alcanzar la cobertura vegetal de la ladera anterior. Se hace importante reflexionar acerca de cuánto nos cuestan las intervenciones a gran escala que hacemos en la naturaleza.
El roquerío que rodea la península Punta Fraile compone un humedal intermareal reconocido por el Inventario Nacional de Humedales del Ministerio de Medio Ambiente. Una de las especies más famosas que habita aquí es el chungungo, nutria de mar catalogada como en peligro de extinción debido a la antropización de su hábitat. Pese a que entra al mar para alimentarse, puede pasar hasta el 80% del tiempo en la tierra y requiere de agua dulce para poder sobrevivir, por lo que la conservación de su hábitat terrestre es fundamental para su sobrevivencia.
El año 2019 se realiza un programa de monitoreo para esta especie en Algarrobo, dentro de cuyas recomendaciones aparece declarar área marina protegida todo el entorno marítimo de Punta Fraile. Por otra parte, la colonia de chungungos de Algarrobo es una de las más importantes en la costa central, ya que es de los pocos lugares donde aún se encuentra esta especie.
En 1977 se le entrega una concesión marítima a la Cofradía Náutica del Pacífico por 20 años que les permite construir un embarcadero de yates, uniendo el continente con el Islote Pájaros Niños mediante un pedraplén. Es en este acto que se dinamita todo el extremo nor-poniente de la península Punta Fraile.
Luego, en 1983, la Cofradía Náutica firma un contrato de permuta por medio del cual se convierte en propietaria de Punta Fraile. En esta permuta se suman 6,55 hectáreas a la propiedad que antes solo contaba con 5,55 hectáreas útiles de una superficie total de 12,10 hectáreas. Esas 6,55 hectáreas correspondían a la playa de 80 metros de más alta marea de mar chileno y, por tanto, a un bien nacional de uso público.
Dos figuras de gran interés tiene nuestro islote. La más conocida es la de Santuario de la Naturaleza, que se le otorga en 1978 debido a su gran colonia de Pingüinos de Humboldt. Lamentablemente la población de Pingüinos se ha visto afectada negativamente con la anexión de la isla al continente. A nivel nacional el estado de peligro de esta especie es tan alarmante, que el 2023 el gobierno impulsó el plan especial para evitar la extinción del pingüino de Humboldt.
La segunda figura, que aún no recibe protección oficial es la de sitio funerario, las culturas antiguas, pertenecientes al Periodo Alfarero Temprano habrían trasladado a sus difuntos al islote y hecho entierro de ellos en urnas de cerámica, siguiendo su cosmovisión. Ello acrecienta el legado simbólico del Islote Pájaros Niños.
Pillan Wechun significa “Península Sagrada” en mapudungún, lengua que fue la última hablada antes del español (según demuestra la toponimia del litoral). El reconocimiento de nuestra península como sagrada obedece, primero, a la existencia del sitio funerario en el Islote; segundo debido al relato de la presencia de monumentos megalíticos tallados en las rocas granodioritas y, también, dada a su relación con otras cumbres de importancia simbólica, como el cerro el Plomo (conocido sitio ceremonial Incaico), visible desde Punta Fraile, lo que apoyaría la hipótesis de Juan Grau sobre la existencia de una Intihuatana (donde se amarra el sol) en la península. La presencia de conchales y cerámicas realzan su valor.
La vela es el deporte que coronó a nuestra comuna con la denominación de “Capital Náutica”, gracias a que las condiciones de la bahía son ideales, tanto para quien recién comienza, como para navegantes más avezados. No obstante, poco se aprecia este deporte, salvo para quienes lo practican, debido a su distancia desde la orilla. Gracias a su altura y orientación, la Meseta de Punta Fraile constituye un anfiteatro natural para poder observar y seguir este deporte.
Son 9 los edificios del holding Técnica que buscarían reemplazar el maduro bosque que hermosea Punta Fraile. Intensificando problemas viales, hídricos y de contaminación para los vecinos, y arrastrando consigo el valor paisajístico de todas las playas de la comuna. El panorama de Concón acecha a Algarrobo, mientras la comunidad pulsa para lograr un cambio de uso de suelo que pudiera otorgar protección a Punta Fraile, proponiendo un uso que vele por el resguardo del patrimonio del sector.
Antes de su cierre el año 2022, los sinuosos senderos naturales de Punta Fraile invitaban a recorrer la península, disfrutando de sus vistas expansivas, así como también de la diversidad de flores nativas que se sucedían en las diferentes épocas del año. Orquídeas, astromelias y añañucas de fuego eran protagonistas de este paisaje, brotando bajo los inmensos pinos. El concepto japonés “Baño de bosque” se ha popularizado en los últimos años, relevando el efecto terapéutico de internarse en la naturaleza abriendo los sentidos. Esto es justamente lo que se experimentaba en Punta Fraile.
Si observamos los pinos de Punta Fraile nos daremos cuenta que no se trata de una plantación forestal, ya que los árboles se encuentran mucho más separados y han podido desarrollarse alcanzando la plenitud de su tamaño. Entre sus beneficios, esta especie captura una gran cantidad de carbono de la atmósfera, y su gran tamaño ha permitido la formación de microclimas que conservan la humedad entre los cuales prolifera flora y fauna. Aves rapaces como peucos, chunchos y tucuqueres, así como los grandes jotes se han adaptado a habitar en los pinos en ausencia de árboles nativos de gran envergadura. Por otra parte, caminar bajo estos árboles refuerza nuestra salud ya que libera sustancias que protegen las vías respiratorias y reducen las inflamaciones.
Este punto del recorrido es para la contemplación. Nos encontramos entre los dos islotes, al centro de la península, frente al mar, con el oleaje agitándose bajo nuestros pies, sentimos la brisa, y el aroma de las hierbas que crecen bajo el sol. Cerramos los ojos, y observamos que es lo que cambia en nosotros cuando nos abrimos a sentir a la naturaleza.
En 1982 se declara Santuario de la Naturaleza el Peñón Peñablanca, formación rocosa de 30 metros de altura donde nidifican especies de cormoranes, pelícanos y gaviotas, además de albergar a una colonia de lobos marinos. En la época de los grandes fundos agrícolas de Algarrobo, la extracción del guano del peñón era una actividad común, y existen relatos, por parto de quienes realizaban esta labor, de haber encontrado osamentas dentro de las cavernas, por lo que tal como el Islote Pájaros Niños, se trataría de un sitio funerario no reconocido.
La construcción de riesgo es un término utilizado para referirse a cómo se crea riesgo a través de una planificación territorial inadecuada. Los permisos de obra concedidos sobre las dunas de Concón, situación que acaba en los socavones, es un claro ejemplo. En nuestra comuna, los Edificios de San Alfonso que no tomaron en cuenta la subida del nivel del mar es otro. El camino costero que bordea Punta Fraile, ha perdido al menos unos 30 metros, y las cárcavas continúan su avance ¿Se va a permitir aquí un proyecto inmobiliario?
Lamentablemente las rocas megalíticas de Punta Fraile descritas por Juan Grau fueron destruidas sin recibir ninguna protección, por lo cual no podemos llegar a conocerlas. Nos quedan solamente, por el costado sur-poniente de la península, los grandes hitos rocosos de la “Roca del Indio” y de “La Tortuga” o “La Ballena” para intentar imaginar qué forma habrán tenido aquellos megalitos de rocas granodioritas talladas descritas por Grau.
Tras un gran esfuerzo ciudadano, el año 2000 se logra la declaración de Zona Típica para la totalidad de la bahía sur de la comuna, desde Punta Fraile hasta la Quebrada Las Petras, incluyendo todo el Parque Canelo Canelillo. Lamentablemente, al año siguiente Punta Fraile se desafecta y queda sin protección. El valor de esa gran zona típica, además de su incuestionable valor paisajístico, era que constituía un gran corredor biológico, esto es una extensión continua de vegetación a través del cual la fauna puede habitar y moverse libremente, lo que es fundamental para su supervivencia.
El resultado tangible de la desafectación de Punta Fraile de la Zona Típica, fue la construcción del proyecto inmobiliario Pinares del Canelillo. El impacto visual de este proyecto, que irrumpe en una bahía tan icónica, caracterizada por lo prístino de su belleza, es lastimoso e irremediable. Por otra parte, esta construcción implicó una fragmentación al corredor biológico, por lo que muchas especies quedaron aisladas, con posibilidades de acceder a menos recursos, y mermando también su variabilidad genética.
El cambio en la vegetación y lo tupido de la misma indica la presencia de una quebrada, definida como un lecho de escurrimiento esporádico. La importancia de esta no es menor, ya hemos mencionado la importancia del agua dulce para la sobrevivencia de especies en peligro de extinción como el chungungo. Cualquier movimiento que afecte la acumulación de agua en este lugar pudiera significar la desaparición de las familias de chungungos de Punta Fraile.
Por otro lado, podemos contemplar el segundo humedal intermareal de nuestro recorrido, que se extiende hasta la península de Peñablanca, y fue incluido en el catálogo del MMA a la par con el humedal de la bahía oriente.
Tras haber recorrido el contorno de la península, recordando también cuánto valor alberga en su interior (hoy tras las rejas), hacemos énfasis en la importancia de completar el proceso de cambio de uso de suelo. Un proceso iniciado por la ciudadanía y acogido por la Ilustre Municipalidad de Algarrobo el año 2021, y que ha tenido un acompañamiento ciudadano inédito a nivel nacional.
Otra moción iniciada por ciudadanas y ciudadanos de la comuna ha sido recurrir a Monumentos Nacionales con una solicitud protección mediante la categoría de Monumento Histórico, lo cual se encuentra en proceso de tramitación.
Proteger la península es posible y es tarea de todos.